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martes, 19 de abril de 2016

Con menos interés de firmas, 'fracking' busca recuperar terreno


 
 

Mientras a nivel académico y científico se intenta validar un compuesto llamado óxido de grafeno para tratar y limpiar las aguas producto de la estimulación hidráulica de rocas, conocida como ‘fracking’, la exploración petrolera mediante esta técnica busca reactivarse, tras varios años de mínima actividad, como consecuencia del declive de los precios mundiales del petróleo.
 
Luego de que los gigantes Shell y ExxonMobil decidieran replantear sus estrategias en este frente y a la espera de una mejor señal de precios, el principal interés real en hacer actividad exploratoria en un plazo cercano es de la estadounidense ConocoPhillips, que en diciembre pasado decidió adquirir a la primera la participación del potencial no convencional que tenía en el bloque VMM 3, ubicado en los departamentos de Cesar y Santander.
 
A través del único contrato adicional que se ha firmado hasta ahora (hay un potencial en 23 bloques convencionales), en el que tiene una participación del 80 por ciento, y cuyo 20 por ciento restante es de Canacol Energy, Conoco Phillips tiene proyectado hacer una prueba este año.
 
Sin embargo, lograr que esta compañía decidiera hacer planes para desarrollar el primer proyecto de ‘fracking’ en el país no fue asunto fácil.
 
Según conoció EL TIEMPO, en medio de la crisis de los precios del crudo y del replanteamiento en la estrategia de negocio de las petroleras, el año pasado esta firma fue la única que se acercó a la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) a decir que se iba del país por decisión de su casa matriz, ante lo cual se activaron en la entidad mesas de trabajo, que terminaron con la firma del contrato adicional en el bloque VMM 3.
 
Debido a que Shell se está enfocando en proyectos costas afuera (off shore), se trabajó con las autoridades para que ConocoPhillps tuviera claro cómo, bajo la regulación ambiental expedida en el 2014, se debe presentar el programa exploratorio, teniendo en cuenta el tiempo que tardan las aprobaciones en su casa matriz, y tras un intenso trabajo la petrolera hizo una propuesta con una nueva inversión.
 
Desarrollo afectado
 
Pero mientras los bajos precios del petróleo hicieron que las compañías decidieran esperar antes de avanzar con actividades para el uso del ‘fracking’, las iniciativas de proyectos de petróleo y gas no convencional comenzaron a verse afectadas por los bloqueos de las comunidades, manifestaciones en contra de la estimulación hidráulica y los términos de referencia ambiental salieron solo hasta el 2014.
 
“En la ventana que había para los primeros contratos no estaba toda la regulación. Ahí ya se perdió un tiempo y son solo 7 contratos”, señala una fuente conocedora del tema, quien dice que las empresas siguen esperando y de los 6 años del período exploratorio, en 5 de estos bloques ya han pasado tres años sin mayor actividad, todos ellos operados por Ecopetrol.
 
El presidente de la Asociación Colombiana del Petróleo (ACP), Francisco José Lloreda, asegura que es importante para el país superar los mitos y las falacias que existen con los yacimientos no convencionales y entender no solo en qué consisten, sino su importancia para el incremento de las reservas del país, cuya caída para el 2015 se da por descontada tras los reportes realizados por Ecopetrol y por Pacific Exploration and Production (E&P).
 
“Tenemos que darnos el permiso como país, de validar si es cierto o no que existe este recurso del hidrocarburo atrapado en la roca. Me parecería absurdo no validar esto y ya se tomará la decisión de si se produce o no”, indicó el directivo.
 
En el caso de Canacol Energy, el presidente Ejecutivo de la compañía, Charle Gamba, señala que las iniciativas de hidrocarburos no convencionales en el país son proyectos de 8 o 10 años y que si bien la empresa está interesada y está monitoreando la situación, no va a invertir sino cuando el precio del crudo justifique la inversión. “ConocoPhillips es diferente y está interesado”, agrega Gamba.
 
Francisco José Lloreda considera que como Colombia no es Arabia Saudita ni Venezuela, en el corto y mediano plazo, lo que puede contribuir al aumento de las reservas y de la producción son las técnicas de recobro mejorado (escurrir campos) y apostarles a cuencas de frontera que no se han desarrollado, pero complementando en el mediano plazo con los no convencionales (‘fracking’) y con los de costa afuera.
 
Técnicas más eficientes
 
Hasta hace unos años, los proyectos de hidrocarburos no convencionales, desarrollados principalmente por Estados Unidos, necesitaban un precio del barril de petróleo superior a los 80 dólares para ser rentables y viables, dependiendo del tipo de yacimiento y de la empresa que lo desarrolla.
 
El presidente de la Asociación Colombiana del Petróleo (ACP), Francisco José Lloreda, sostiene que si una empresa a cargo está muy endeudada y no tiene respaldo financiero, se puede reventar, pero cuando hay compañías sólidas es factible operar dichos proyectos, cuyos costos cada día se van a ir equiparando con los de los proyectos tradicionales.
 
“A la vuelta de unos años, cuando se hable de ‘fracking’ no se dirá que son no convencionales, ya que en Estados Unidos eso es lo convencional, lo normal”, señala.
 
Para la ACP, el desarrollo de estos proyectos y el aumento de las reservas del país van a depender de que las autoridades del sector petrolero y tributarias mantengan un régimen fiscal flexible, que no castigue las inversiones en períodos de bajos precios del petróleo.
 
ÓMAR G. AHUMADA ROJAS
 
Eltiempo.com

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