¿Tiene el Perú petróleo y gas?
Los
hidrocarburos (petróleo, gas, etc.), su utilización, su beneficio y su
posesión son un tema de discusión en la industria, en las reuniones
sociales y entre los expertos y políticos. Representan un asunto que
mueve pasiones, pero del que poco se conoce o sobre el que poco se
razona.
La
revolución industrial del siglo XIX abrió el camino al uso del petróleo
y sus derivados, mientras que en las últimas décadas del siglo XX el
gas se posicionó como el hidrocarburo más amigable con el ambiente.
En
el Perú, se produce petróleo desde finales del siglo XIX en la costa
norte y, 50 años más tarde, se unen a la producción de petróleo los
campos de la selva. Con más de 100 años de industria petrolera, en el
Perú aún no hemos encontrado todo el potencial que los eruditos de las
ciencias de la tierra intuyen que está escondido en el subsuelo a varios
kilómetros de profundidad desde la superficie.
El
gas de Camisea tomó 20 años desde su descubrimiento para ser la fuente
del cambio energético al inicio del siglo XXI, pero la masificación en
el territorio nacional requiere más gas. El Perú va a seguir creciendo,
marcando diferencias con los países vecinos y requiere energía. No puede
quedarse quieto mientras los demás avanzan. La industria de los
hidrocarburos está marcada por la pasión del momento, por el altísimo
riesgo exploratorio y por las grandes inversiones que necesita. Hoy la
búsqueda por hidrocarburos en el país está paralizada.
Unir esfuerzos
En
el mundo se han dado grandes batallas por la energía. Nuestro
territorio es rico en agua que discurre por la superficie de los valles
andinos y la planicie amazónica. Tenemos energía: hidráulica, geotermal,
solar, eólica e hidrocarburos. El potencial es enorme, pero es solo
potencial aún por descubrir. Potencial no explorado es petróleo o gas no
hallado; hay mucho por hacer para crecer.
¿Por
qué es tan difícil explorar por petróleo o gas en el país? El Perú es
un país con riquezas envidiadas por el universo: culturas legendarias,
fauna, flora, ríos, lagos, mares, recursos minerales, su gastronomía y
su gente. Debemos utilizar toda esa riqueza en dar vida de calidad a
todos los peruanos. El Perú tiene los recursos, debemos usarlos. No
detengamos la inversión por sobrerregulación, desconocimiento de
tecnología y, sobre todo, por falta de comunicación.
El
gas trae mitos y pasiones. Se le visualiza como un mejor futuro, pero
–no lo olvidemos– también es un recurso natural no renovable, como los
muchos otros recursos naturales que tiene nuestro rico Perú. Grandes
proyectos de infraestructura para uso y transformación de petróleo y gas
se plasman alrededor del potencial de ese recurso que aún está por ser
hallado. ¿Por qué no unimos esa fuerza de pasiones en reclamar mejores
leyes, regulaciones que atraigan inversión para crecer, para erradicar
la pobreza, profesionales que planifiquen un futuro sostenible y real
para nuestras generaciones futuras? ¿Por qué siempre nos conformamos con
el corto plazo y no miramos el horizonte?
Siempre
hay espacio para mejorar y para cambiar. Lo que no se puede cambiar es
el tiempo perdido en esa búsqueda del recurso no realizada. Los seres
humanos somos egoístas, pero no lo seamos con el Perú.
Por: Barbara Bruce, consultora en temas de Hidrocarburos y Energía
Fuente: El Comercio
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