Chile
Obras por ejecutar de Graña y Montero en Chile cayeron USD 216 millones, mientras que Finning reconoció un deterioro en el país de USD 286 millones.
Jueves 25 de Febrero de 2016.- La caída en el precio del cobre impacta no sólo a las mineras, sino que también a las compañías proveedoras de servicios y constructoras. Un ejemplo es la gigante peruana Graña y Montero, la que ha visto un descenso importante de su operación en Chile o la canadiense Finning, líder en maquinaria, que registró una disminución en sus ingresos y tuvo que reconocer un millonario deterioro por la operación en el país.
Graña y Montero -una de las cinco mayores constructoras de Latinoamérica- arribó a Chile con la línea de Ingeniería y Construcción (I&C) en 2012 a través de la compra de la constructora Vial y Vives, orientada al mercado minero y el año siguiente adquirieron DSD, especializada en energía
A mediados de 2014 fusionaron estas firmas y consolidaron su participación en el país en VyV-DSD para en sector de construcción. Ese año Chile representó el 14% de sus obras por ejecutar (conocido como backlog), mientras que un año más tarde, éste indicador disminuyó a 7%, una leve parte de las obras que tiene por ejecutar toda la constructora.
A inicios de 2015, VyV-DSD, contaba con un backlog de USD 254 millones, mientras que para este año la cartera de proyectos por ejecutar disminuyó a USD 37,8 millones, es decir, un descenso de 85% en un año. Asimismo, la operación chilena es la única de las compañías de Graña y Montero que reporta un backlog cero para el 2017, según los resultados entregados por la firma en Perú.
Según explicó el CEO de Graña y Montero, Mario Alvarado, en conferencia con inversionistas, la disminución de los contratos en Chile -como también en Colombia-, están ligados a la disminución de los precios de las materias primas.
“No puedo explicar por qué, desde diciembre, comenzó un movimiento un poco más rápido en Perú, a diferencia de Chile y Colombia. Tenemos algunos nuevos contratos. Es extraño, porque las elecciones se acercan, pero está comenzando a moverse más”, añadió.
El gerente corporativo de Ingeniería y Construcción de Graña y Montero, Juan Manuel Lambarri, había ya señalado en septiembre en una entrevista que 2015 fue mediocre porque la baja en el nivel de trabajo. “Habríamos esperado que fuera mejor y el 2016 no será un año sencillo para Latinoamérica en general, por lo que tendremos que ver otras líneas de negocios”, dijo.
“En Chile se nota la paralización de proyectos mineros, la situación está delicada por el precio de los metales en el mundo, que está afectando la inversión”, señaló.
Constructoras nacionales también han acusado el golpe. Salfacorp registró un descenso de su facturación del 27% para el segmento de proyectos y servicios de la minería durante 2015. De igual modo, el backlog para esta área cayó en $ 16.350 millones (unos USD 23 millones).
Efecto en maquinarias
La gigante de la maquinaria minera Finning -representante de Caterpillar en varias partes del mundo- comunicó de una caída en sus ingresos producto del descenso de la actividad minera en Latinoamérica, en especial en el país.
De hecho, para sus operaciones en Sudamérica reconoció un deterioro de USD 324 millones, de los cuales USD 286 provienen de la red de distribución en Chile. Explican que la economía nacional está bajo los promedios históricos y que la minería es uno de los sectores más afectados.
Para su operación en Sudamérica, desde Finning explicaron en sus resultados que “los ingresos disminuyeron en 11% (24% en dólares estadounidenses) debido a una actividad del mercado reducida en todos los sectores. La venta de equipos nuevos se redujeron en un 23%, impulsado por una desaceleración de la actividad económica en Chile, particularmente en el sector de la minería”.
Agregaron que “debido a un entorno macroeconómico difícil y débiles condiciones del mercado prolongados en el futuro previsible, incluyendo menores precios del cobre y la incertidumbre económica en curso, la administración anticipa un sector minero más débil en Sudamérica, así como una menor actividad en el Reino Unido e Irlanda (...) Se espera que el crecimiento en Chile se recupere, pero sigue siendo inferior a los niveles bajos históricamente”.
Diario Financiero