lunes, 30 de mayo de 2016
Europa no sabe aprovechar su liderazgo en innovación en energía
Un estudio de Capgemini Consulting y la Iniciativa de Innovación Industrial para la Competitividad (i24c) pone de relieve que la región corre el riesgo de perder su posición de liderazgo mundial en innovación energética si no se aplica una estrategia económica, reguladora e industrial suficientemente cohesiva. Según el estudio, Europa no es consciente de los beneficios ambientales y comerciales que supone su liderazgo en innovaciones de bajas emisiones de carbono.
El estudio indica que, si bien se han realizado avances notables en I+D de tecnologías de bajas emisiones de carbono, a Europa le sigue resultando difícil dar aplicación industrial a las innovaciones en materia energética y corre el riesgo de perder su posición de liderazgo mundial.
El informe analiza y evalúa la evolución en Europa de la innovación en el campo de la energía, examinando las barreras y los factores clave para la transición hacia a una economía competitiva de bajas emisiones. Además, formula cinco recomendaciones que tanto el sector público como el privado deberían poner en práctica antes del cierre de la Consulta Pública de la Comisión Europea sobre el desarrollo de una estrategia integrada de Investigación, Innovación y Competitividad para la Unión de la Energía en Europa.
Promover la colaboración y facilitar sinergias
El objetivo a largo plazo fijado por la UE de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) un 80-95%, recogido en el Plan de trabajo de la energía europea para 2050, tiene como fin proteger el medio ambiente y ayudar en la transición de Europa hacia una economía competitiva de bajas emisiones.
Establecidos sus más ambiciosos objetivos de estabilización de la temperatura y de reducción de emisiones a “cero neto” para mitad de siglo, “el interés que suscita esta agenda es ahora incluso mayor y el papel de liderazgo de Europa se va a ver sometido a un grado de escrutinio y crítica como nunca antes ha experimentado”, señalan los autores del estuido. "Dar más fuerza a sus políticas y poner el foco en los ámbitos de la innovación y la competitividad serán dos elementos cruciales para el éxito de su empeño".
Según las conclusiones del informe, Europa ha avanzado considerablemente realizando una inversión en I+D de más de 4.300 millones de dólares, lo que la convierte en el mayor inversor mundial en tecnología verde. El estudio también reconoce a Europa como líder mundial en innovación energética, destacando que aglutina casi una quinta parte de los proyectos de innovación en cambio climático y la creación de cerca de 1,2 millones de puestos de trabajo relacionados con las energías renovables.
Sin embargo, si bien estos esfuerzos constituyen una sólida base para Europa, está resultando difícil llevar a la práctica con éxito las innovaciones debido a la ausencia de una estrategia económica, reguladora e industrial suficientemente cohesiva, aseguran i24c y Capgemini Consulting. “Una estrategia de ámbito comunitario debería centrarse no sólo en el sector energético, sino también en promover la colaboración entre industrias relacionadas, como el transporte, la agricultura, las infraestructuras, la tecnología digital, la producción fabril y los servicios. Además, debería, establecer un marco que permita la colaboración transfronteriza para promover sinergias en la actividad innovadora y propiciar crecimiento económico, prosperidad y ventaja competitiva para todos los Estados miembros”
Para los autores del estudio, “la falta de iniciativas de aplicación comercial es en parte el resultado de una regulación obsoleta o no adaptada a la realidad actual y de la percepción de la comunidad inversora del alto riesgo de estos proyectos, especialmente por el elevado nivel de inversión inicial que requieren las iniciativas energéticas”.
Nuevo marco regulador
Estando en curso el proceso de Consulta Pública de la Comisión Europea sobre el desarrollo de una estrategia integrada de Investigación, Innovación y Competitividad para la Unión de la Energía en Europa, el informe de i24c y Capgemini Consulting advierte de que una estrategia energética no sólo debe dar acceso a capital a la incipiente base de start-ups europeas, sino que también debe promover el establecimiento de un nuevo marco regulador que transforme un mercado fragmentado y que apoye la aplicación comercial de innovaciones tecnológicas.
Pascal Lamy, miembro del Grupo i24c High Level, ha comentado: “Los logros conseguidos hasta ahora son garantía de futuro, pues otras economías están trabajando para desarrollar sus propias industrias relacionadas con la energía a fin de explotar las ingentes oportunidades que ofrece la transición a una economía sostenible. Sin embargo, con la creación de un marco adecuado, que ponga al consumidor en el centro y ofrezca opciones estratégicas inteligentes, Europa puede demostrar su liderazgo en un entorno industrial de éxito, además de dar un papel más prominente a las energías limpias.”
Por su parte, Nicolas Clinckx, vicepresidente de Energía y Utillities de Capgemini Consulting, cree que “la posición predilecta que ocupa Europa en I+D de tecnologías de bajas emisiones de carbono puede sentar las bases para la consecución de los objetivos sobre el cambio climático establecidos en COP21 y de su Plan de trabajo de la energía europea para 2050, pero siempre y cuando se dediquen más esfuerzos para solventar las deficiencias en materia de aplicación comercial”.
Clinckx considera que “no se trata solo de un problema relacionado con la energía. Europa necesita una estrategia cohesiva para la innovación y la ejecución de proyectos energéticos que integre a todos los sectores vinculados y los esfuerzos de los países para impulsar a los proyectos prometedores, de manera que salgan del conocido valle de la muerte para lograr la puesta en producción. La EU puede desempeñar un papel principal con un marco regulador que promueva tanto la inversión como el desarrollo comercial de las iniciativas.”
Claves para impulsar la transición
El estudio subraya que en los últimos años, el rápido crecimiento de cuatro megatendencias interrelacionadas —sostenibilidad, digitalización, integración de servicios y empoderamiento local— y su impacto en el ecosistema de la innovación, exigen cambios a Europa.
Estas tendencias, que han suscitado cambios disruptivos en el sector de la energía, modificando las expectativas y las demandas de los consumidores y así como la presiones de negocio y prioridades de las empresas, son la base de la formulación de las recomendaciones del informe. El estudio ofrece cinco premisas para ayudar a resolver el déficit práctico comentado e impulsar la transición de Europa hacia la energía limpia:
1. Proporcionar claridad sobre la dirección a largo plazo. Las empresas y entidades a nivel comunitario y nacional necesitan una visión y un marco claro sobre el que trabajar. Esto sólo es posible con una estrategia de innovación industrial de dimensión europea.
2. Crear las condiciones de mercado adecuadas para que los proyectos de innovación energética superen el “valle de la muerte” y consigan la aplicación comercial de dicha innovación
La innovación en el sector energético requiere un gran volumen de inversión que solo se consigue si los inversores ven con claridad el camino para pasar de la investigación a la producción. Europa necesita crear las condiciones de mercado y la regulación adecuadas para hacerlo realidad.
3. Acelerar el empoderamiento de las autoridades locales. El poder de los datos contribuye al crecimiento de Internet de las Cosas (IoT) y, en particular, de ciudades inteligentes. Lugares como Singapur están demostrando cómo una concepción integradora y holística de la ciudad contribuye a dar más poder a los gobiernos regionales.
4. Empoderamiento de clientes y ciudadanos. La implicación de la ciudadanía es clave para crear un deseo y una demanda de cambio. Los gobiernos deben ayudar a las organizaciones privadas a movilizar a las personas desde abajo para hacer avanzar a Europa.
5. Mayor orientación a resultados y carácter más selectivo en la promoción de actividades innovadoras en materia energética. Cuando los presupuestos son limitados, una iniciativa de innovación no debería recibir ayuda si no va a desembocar en alguna acción práctica concreta. El denominador común de cualquier proyecto de I+D debería ser la eficiencia de la inversión.
El informe de i24c y Capgemini Consulting es el resultado de cuatro meses durante los que se realizaron más de 30 entrevistas, dos seminarios con 25 agentes clave del sector público y privado, un análisis en profundidad de 11 proyectos de innovación energética y una encuesta a 80 líderes europeos.
http://www.energias-renovables.com/articulo/europa-no-sabe-aprovechar-su-liderazgo-en-20160527
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