La principal productora de celulosa de fibra corta de Europa es asesorada por LarrainVial y en su país ya tiene instalados del orden de 220 MW.
Con la idea de expandir sus negocios
fuera de las fronteras europeas, la española Energía y Celulosa, Ence,
prepara su ingreso al mercado local.
Su objetivo no sería el sector forestal,
donde ya compiten con Celulosa Arauco, ligada al grupo Angelini, y
CMPC, del grupo Matte, sino realizar inversiones en energía, donde los
dos actores locales también tienen presencia.
A fines de marzo, los principales
ejecutivos de la hispana, encabezados por su vicepresidente y consejero
delegado, Ignacio de Colmenares, visitaron Chile en busca de inversiones
y en ese marco le presentaron su plan para entrar al país al ministro
de Energía, Máximo Pacheco.
Ence es la mayor productora de celulosa
de fibra corta (eucalipto) de Europa, con una producción anual cercana
al millón de toneladas, y también es uno de los principales generadores
eléctricos de España en el segmento de las Energías Renovables no
Convencionales (ERNC), específicamente en base a biomasa forestal y
agrícola, donde tiene proyectos en operación por unos 220 MW, que
producen anualmente unos 1.600 GWh/año, que son inyectados y vendidos a
la red.
Conocedores de los pasos de la europea
en el país comentaron que en este proceso cuentan con la asesoría de
LarrainVial y están buscando invertir en proyectos de generación
greenfield o nuevos, aunque también consideran la compra de centrales en
base a esta tecnología ya instaladas en el país.
A fines del año pasado, la compañía
anunció que Chile estaba en el foco para la expansión de su negocio
eléctrico. También están mirando otras ubicaciones, como Colombia y la
India.
Para estos efectos, la española planea
invertir unos US$ 370 millones en la instalación de cuatro plantas de
generación en base a biomasa.
Ventaja comparativa
La ventaja que ofrecería Chile es el
desarrollo que tiene la industria forestal del país y también la poca
penetración de la biomasa como fuente de generación eléctrica.
Actualmente, solo el 3% a 4% de la matriz energética del país se
alimenta de este combustible, mientras que las tecnologías dominantes
son el carbón, hidroelectricidad y gas natural.
La española implementaría un modelo
similar al que usa en Europa para gestionar el combustible, esto es,
comprando a terceros biomasa forestal y agrícola, por lo que no
necesitaría de bosques propios, la principal ventaja comparativa que
tienen sus dos principales competidores en este segmento en el país:
Arauco y CMPC, que cuentan con amplia disponibilidad de recursos,
señalan fuentes.
Arauco tiene unos 600 MW instalados en
unidades de biomasa, con lo que cubre las necesidades de energía de sus
plantes de celulosa y logra vender el remanente al Sistema
Interconectado Central, inyectando unos 210 MW al año.
CMPC está hace varios años implementando
un plan de autosuficiencia energética, el que le permitirá a partir de
2017-2018 cubrir su demanda e inyectar excedentes al sistema. El año
pasado puso en operación dos unidades de cogeneración en las plantas de
Altamira y Talagante, con una capacidad conjunta de 42 MW y una
inversión de US$ 67 millones.
Fuente: Diario Financiero
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