La minería espacial cada vez más cerca de convertirse en una nueva fuente de recursos minerales
Un esquema de la que podría ser una operación minera
en el espacio exterior. (Fuente: abc.es / España)
La actualidad en el mercado de los
minerales está marcada por un panorama de incertidumbre, donde se han
producido, en los últimos meses, la caída en el precio de los
principales productos mineros como el oro, la plata y el cobre, los
cuales han alcanzado valores mínimos históricos. Ante esta situación una
alternativa, que parece sacada de una película de ciencia ficción,
cobra importancia: la minería espacial.
“Desde que la NASA desmanteló su
programa Apolo hace más de 40 años ningún hombre ha vuelto a pisar
nuestro satélite, pero en ese tiempo los vuelos espaciales no tripulados
han dado pasos gigantes y conseguido localizar abundantes depósitos de
agua helada en los polos norte y sur de la Luna, lo cual ha sido
suficiente para despertar el interés de las grandes corporaciones,
porque donde hay hielo, existe combustible”, explica el escritor inglés Richard Corfield.
Parece lógico pensar que cuando una
civilización agota los recursos naturales de su planeta, comience a
explorar los que le rodean en el espacio cercano. En ese sentido, la
humanidad ha dado un paso gigante el pasado 16 de julio, cuando el
Proyecto Recursos Planetarios, ubicado en Redmon, Washington, lanzó al
espacio su primera nave espacial diseñada para brindar información sobre
la atmósfera terrestre. La embarcación fue bautizada como Arkyd 3
Reflight, y se trata de un satélite cúbico de apenas 10 centímetros de
diámetro.
La misión durará apenas unos 90 días,
pero se trata de un primer paso en el eventual desarrollo de una cadena
de producción que pueda abastecer de minerales espaciales las fabricas
terrestres. La estructura de los asteroides es rica en agua y metales
preciosos como platino, por lo que se espera que una pequeña flota de
robots pueda extraer sus recursos y enviarlos de vuelta a nuestro
planeta.
“La minería espacial puede sonar
como algo sacado de una producción cinematográfica pero nuestra
compañía está lanzando tecnología al espacio e incluso los gobiernos
mundiales están tomándose en serio el tema y creando marcos políticos y
legales para soportar la actividad”, indicó Chris Lewicki,
Director e Ingeniero Jefe de Recursos Planetarios. De acuerdo con lo
sustentado por esta empresa, la minería fuera de la Tierra es una
industria de billones de dólares que todavía no ha sido explotada y por
lo tanto esta organización pretende ocupar los primeros nichos. Prueba
de esto es que ya tiene planeado el envió de su segundo satélite A6R,
que tendrá la misión de probar las comunicaciones, la propulsión y los
sistemas de energía de las aeronaves.
Por otro lado la compañía no se apunta
solamente a la explotación de materiales caros y valiosos. Otra de sus
propuestas consiste en la extracción del agua que yace en los asteroides
para llevarla a los astronautas, ya que, calculan, podría reducir los
costos de los viajes espaciales. Incluso se ha propuesto la posibilidad
de utilizar robots para dividir el agua en nitrógeno y oxígeno, los dos
componentes básicos para el combustible de los cohetes.
Moon Express, empresa fundada el 2010 y
cuyo presidente es Andrew Aldrin, hijo del astronauta Buzz Aldrin, que
formó parte de la misión Apolo 11 que llegó por primera vez a la Luna en
1969, ha probado un prototipo que está listo para conducir a una misión
en 2016. La compañía en mención llama a la Luna como el “octavo
continente” y plantea un cambio de paradigma en la exploración
pública-privada del satélite, esto tendría un interés económico y sería
el de desarrollar la minería en suelo lunar, con lo cual obtendría
recursos minerales que son muy escasos en la tierra. Entre los que
atraen a los investigadores e inversionistas se encuentran, además del
platino, el Helio-3, un elemento con aplicaciones en fusión nuclear.
Como se ha mencionado con anterioridad,
existen gobiernos alrededor del mundo que están analizando esta
alternativa debido a su viabilidad económica. Un ejemplo de esto es el
Senado de los Estados Unidos que durante los últimos meses se encuentra
repasando los últimos detalles de la ley que permitiría a las empresas
viajar al espacio y explotar los recursos de los planetas. La normativa
en cuestión indica. “Cualquier recurso obtenido de un asteroide
pasará a ser propiedad de la entidad que la obtenga, adquiriendo todos
los derechos aplicables en las leyes federales y las obligaciones
internacionales”, de esto se puede señalar que la empresa que
encuentre los minerales de valor explotables, tendrá la potestad de
reclamarlo como parte de su propiedad y obtener los beneficios
económicos de su procesamiento.
Esta normativa resulta perfecta para
empresas como las mencionadas que han invertido millones de dólares en
la búsqueda de minerales en el espacio. Existen rocas muy valiosas que
están alrededor de nuestro sistema solar y algunos especialistas estiman
que el valor de esas rocas y minerales podría estar oscilando entre los
100 billones de dólares, aunque esta cifra no es del todo exacta y
habría que sumarle la inversión que supondría la puesta en marcha de
toda la operación.
La superficie lunar alberga depósitos de hielo que ha despertado
el interés de las grandes compañías por la posibilidad de
utilizarlos para la fabricación de combustible.
(Fuente: planetaincognito.es / España)
Entre las ventajas que habría en
realizar la minería de asteroides es que a diferencia de la Tierra,
donde los metales y otros recursos se encuentran cerca del núcleo, en
las rocas espaciales no habría que excavar mucho para obtenerlos pues se
encuentran distribuidos de forma más uniforme en su estructura. En
cuanto a los problemas que se pueden encontrar, aparte de la lejanía de
los objetivos, destaca la saturación que se puede producir. Es decir,
hay que tener en cuenta que las expectativas de negocio surgen porque se
obtendrían metales raros, los cuales se llaman así por la dificultad
existente en su obtención. Entonces, si una empresa logra extraerlos y
transportarlos en grandes cantidades, se corre el riesgo que ya no
resulten tan exclusivos y esto generaría el descenso del precio, con lo
cual el gran negocio no sería tan ideal.
A modo de conclusión se puede señalar
que los avances tecnológicos facilitan que las empresas se planteen
alternativas – que hace unos cuantos años eran impensables – para
encontrar nuevos nichos de mercado en vista del complicado panorama para
el negocio minero que existe en la actualidad, debido a la caída en el
precio de los minerales a nivel mundial.
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