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El gas es la esperanza de la industria hidrocarburífera en el país
Rio Negro
Los geólogos e ingenieros empezaron a cambiar la cabeza. El desplome
de un 70% en barril de petróleo y lo incierto del panorama obligó a las
empresas a mirar con otros ojos a un viejo amigo: el gas, que este año
recibirá inversiones en la región por más 1.500 millones de dólares.
Los mejores precios internos y la posibilidad de que el gobierno nacional libere las tarifas como hizo con la electricidad, alientan a las empresas a apostar a este hidrocarburo, que además es clave para la matriz energética del país.
Y todavía hay mercado para recuperar. Argentina importa alrededor del 30% del que consume. Una parte importante viene desde Bolivia a través de gasoducto, pero también llega en barco desde países lejanos como Trinidad y Tobago o Arabia Saudita a un costo muy alto.
Con ese panorama de por medio, las operadoras buscan mudar su negocio al gas, con la esperanza que de este oficie de amortiguador de la fuerte crisis que ya provoca la baja del crudo. Y la estrella por estas horas es el hidrocarburo que se extrae de las denominadas formaciones tight ("apretado", en inglés)
Se trata de una capa de arena o arcilla compacta que es en teoría es menos dura que la roca madre –como podría ser Vaca Muerta–. Eso hace que los pozos sean más baratos y más productivos en el balance final.
Alrededor del 30% del gas que sale de Neuquén viene de este tipo de formaciones. Las más exploradas son Lajas, Punta Rosada y Los Molles, pero existen varias más que podrían ponerse en valor si los precios los permiten.
Yacimientos como Sierra Barrosa o Rincón del Mangrullo de YPF, Lindero Atravesado de PAE o Río Neuquén de Petrobras son algunos de los que más han incrementado su producción en el último año.
La provincia de Río Negro también tiene su joya tight. Estación Fernández Oro se convirtió en un proyecto central para YPF y ya entrega alrededor de 1,7 millón de metro cúbico por día. Mientras la actividad amenaza con pararse en el resto de la cuenca, este pequeño enclave gasífero ubicado en Allen aún tiene movimiento.
Pero el futuro del gas como salvavidas de una industria en caída dependerá en buena medida del precio que se obtenga en boca de pozo. La expectativa está puesta en que el ministro de Energía, Juan José Aranguren, realice algún anuncio sobre la suba del recurso en boca de pozo, que se trasladará a los usuarios.
El mercado del gas es complejo y tiene múltiples tarifas. Para empezar, hay precios diferenciales según quién es el comprador. Los que menos pagan son los usuarios residenciales y de GNC. El valor más alto lo afronta la industria y el uso para generación térmica.
La idea de Aranguren es sostener precios diferenciales pero acordes a los costos de producción. Según trascendió en los últimos días, el precio ponderado para el gas local podría ubicarse en torno a los 4,8 dólares el millón de BTU. Se trata de un incremento del 60% en relación al número actual, que según la provincia de Neuquén ronda los 3 dólares.
Sin embargo, tanto en el gobierno neuquino como en el rionegrino tienen expectativa de que se mantenga el denominado plan gas II que llevó el valor del millón de BTU a 7,5 dólares con un subsidio estatal. Este número fue el que permitió activar proyectos centrales en el último tiempo.
Los mejores precios internos y la posibilidad de que el gobierno nacional libere las tarifas como hizo con la electricidad, alientan a las empresas a apostar a este hidrocarburo, que además es clave para la matriz energética del país.
Y todavía hay mercado para recuperar. Argentina importa alrededor del 30% del que consume. Una parte importante viene desde Bolivia a través de gasoducto, pero también llega en barco desde países lejanos como Trinidad y Tobago o Arabia Saudita a un costo muy alto.
Con ese panorama de por medio, las operadoras buscan mudar su negocio al gas, con la esperanza que de este oficie de amortiguador de la fuerte crisis que ya provoca la baja del crudo. Y la estrella por estas horas es el hidrocarburo que se extrae de las denominadas formaciones tight ("apretado", en inglés)
Se trata de una capa de arena o arcilla compacta que es en teoría es menos dura que la roca madre –como podría ser Vaca Muerta–. Eso hace que los pozos sean más baratos y más productivos en el balance final.
Alrededor del 30% del gas que sale de Neuquén viene de este tipo de formaciones. Las más exploradas son Lajas, Punta Rosada y Los Molles, pero existen varias más que podrían ponerse en valor si los precios los permiten.
Yacimientos como Sierra Barrosa o Rincón del Mangrullo de YPF, Lindero Atravesado de PAE o Río Neuquén de Petrobras son algunos de los que más han incrementado su producción en el último año.
La provincia de Río Negro también tiene su joya tight. Estación Fernández Oro se convirtió en un proyecto central para YPF y ya entrega alrededor de 1,7 millón de metro cúbico por día. Mientras la actividad amenaza con pararse en el resto de la cuenca, este pequeño enclave gasífero ubicado en Allen aún tiene movimiento.
Pero el futuro del gas como salvavidas de una industria en caída dependerá en buena medida del precio que se obtenga en boca de pozo. La expectativa está puesta en que el ministro de Energía, Juan José Aranguren, realice algún anuncio sobre la suba del recurso en boca de pozo, que se trasladará a los usuarios.
El mercado del gas es complejo y tiene múltiples tarifas. Para empezar, hay precios diferenciales según quién es el comprador. Los que menos pagan son los usuarios residenciales y de GNC. El valor más alto lo afronta la industria y el uso para generación térmica.
La idea de Aranguren es sostener precios diferenciales pero acordes a los costos de producción. Según trascendió en los últimos días, el precio ponderado para el gas local podría ubicarse en torno a los 4,8 dólares el millón de BTU. Se trata de un incremento del 60% en relación al número actual, que según la provincia de Neuquén ronda los 3 dólares.
Sin embargo, tanto en el gobierno neuquino como en el rionegrino tienen expectativa de que se mantenga el denominado plan gas II que llevó el valor del millón de BTU a 7,5 dólares con un subsidio estatal. Este número fue el que permitió activar proyectos centrales en el último tiempo.
Fernández Oro, una prioridad
Estación Fernández Oro es un bloque que YPF heredó de Apache Argentina, a la cual absorbió en el 2014.Apenas tomó el control, la compañía empezó a apostar a los proyectos de tight gas que había para esa zona, bajo la premisa de que la explotación no estaría exenta de tensiones por se una zona de chacras.
Sin embargo, el tiempo y los buenos resultados hicieron que el proyecto dejara de ser marginal y tomara relevancia dentro de la cartera de activos de YPF, a tal punto que el CEO de YPF, Miguel Galuccio, llegó a mencionarlo como un ejemplo frente a inversores internacionales.
El yacimiento produce casi 2 millones de metros cúbicos por día, un número que lo coloca entre los diez más productivo del país.
En Estación Fernández Oro el desafío es mayúsculo porque el yacimiento comparte la actividad con la fruticultura y es uno de los primeros en su tipo en la provincia de Río Negro. (AN)
http://www.miningpress.cl/nota/294900/crisis-del-petroleo-el-gas-la-esperanza-argentina
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