Nueva institucionalidad minera

	Nueva institucionalidad minera
Celebramos un nuevo Mes de la Minería y resulta espontáneo evocar lo ocurrido hace un año en la mina San José; un accidente trágico y evitable, que gracias a un esfuerzo mancomunado se transformó en un hito para la industria y el país. Recordando este hecho, el Gobierno presentó el proyecto de ley de Seguridad e Institucionalidad Minera, que busca reformar y modernizar el sector. La iniciativa considera la creación de una Superintendecia de Minería y un Servicio Geológico, que asumirían parte de las labores del Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin) y de algunas de la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco), entidad que también dejaría de existir como hoy se la conoce. En el anuncio oficial del proyecto se mencionan dos temas principales: tomar medidas tendientes a mejorar la seguridad minera y reasignar las funciones de las instituciones mineras del sector público. Respecto del primer punto, es evidente que el país tiene una deuda, más allá de lo ocurrido en San José. Si bien las cifras de ocurrencia de accidentes hablan de una industria con mejores resultados que sectores como –por ejemplo– la banca, los números en materia de fatalidad siguen siendo preocupantes. Efectivamente hay menos fallecidos que hace 20 años, pero en 2010 se perdieron 45, vidas mientras el promedio de los anteriores diez años había sido de 34. Y en el primer semestre de este ejercicio se sumaron 12 muertos, por lo tanto, aún se está lejos de la anhelada meta de accidentabilidad cero. Los hechos del año pasado dejaron al descubierto las carencias de Sernageomin para afrontar con propiedad su rol fiscalizador. Los análisis confirmaron que la institución estaba sobrecargada de funciones, con recursos insuficientes para abordarlas adecuadamente. En consecuencia, aparecen como razonables los esfuerzos por separar las competencias referidas, por una parte, a materias de seguridad minera, y por otra, las referidas a monitoreo e información geológica. No obstante, se mantienen las grandes dudas planteadas en la editorial de MINERÍA CHILENA de febrero pasado respecto de la situación de Cochilco. En específico, saber qué pasará con el rol estratégico que ha jugado esta institución, reconocida a nivel mundial como referente en materias de información y análisis para la industria del cobre, y que para Chile ha sido vital en cuanto a delinear políticas sectoriales. Deberá ser parte del proceso legislativo del proyecto de ley definir cómo se reasignarán estas funciones, sin perder el enorme valor generado en virtud de la experiencia de este organismo. La discusión sobre la nueva institucionalidad minera recién comienza, el proyecto de ley es una primera señal, pero todavía queda mucho camino para conocer sus reales alcances y detalles. Por ello, se requiere un debate con altura de miras, que tenga en cuenta el futuro de la minería en Chile, pero sin dejar de lado aquellos aspectos y el aporte de instituciones que han contribuido a la industria de excelencia mundial que tenemos hoy. Partimos este editorial haciendo referencia al accidente de la mina San José, un hecho que deja lecciones que aún se analizan y que sirven para proyectar cambios profundos. En su primer aniversario, reconstruimos este hito a través de los testimonios de sus principales protagonistas, buscando una vez más construir futuro a partir de nuestra historia.